lunes, 20 de enero de 2014

Casos de la vida real: Mentadas de madre


Hace unos meses me convertí en una víctima más de los asaltantes. Siempre pensé que ese tipo de cosas las vería de lejos y que nunca me iba a tocar . Cuando escuchaba historias de asaltos había un detalle que siempre notaba: las mentadas de madre de los asaltantes y todo tipo de insultos para amedrentarte y debilitarte, en pocas palabras: atarantarte. He pensado también que ante tal situación había que ponerse muy fuerte para que los insultos no te pongan más vulnerable de lo que una pistola en el pecho puede lograr, porque creo también que en todo asalto hay un juego de poder, un tema de resentimiento del atacante y su necesidad de mostrarse superior por su baja autoestima porque en el fondo el mismo se reconoce como "nadie" en este mundo.
Bueno, salía del banco con mi mama caminando y nos dirigimos a un agente de otro banco a hacer el depósito de lo retirado ( una farmacia a escasos metros del BCP). Ya camino a casa , cerca a un parque, me intercepta una moto, baja un gordito bien chato, medio achinado, piel oscura, casco puesto y casaca negra , me grita apuntandome con una pistola : "dame la plata, donde está la plata" Yo me preguntaba de que plata me hablaba este hombre , de hecho me estaba confundiendo con otra persona, porque yo ya había depositado el dinero y como si no estuviera en semejante situación y quizás debido a los nervios puse cara de extrañeza y le conteste: ¿de que plata me hablas? El insistió con su demanda y yo con mi pregunta, pero nunca dejándolo de mirar a los ojos, dos canicas negras y observando además que sus palabras salían de una boca con los dientes parejos y labios oscuros violáceos ... A la cuarta vez que le respondía con la misma pregunta "¿de que plata me hablas?" el con voz de "ya pe oe" me recordó : la plata que acabas de retirar del bancooooooo. Su tono de voz manifestaba que su paciencia se estaba agotando y sin embargo manteniamos una comunicación con pistola de por medio y seguidamente le dije, "que, no te has dado cuenta que entré en una farmacia en la misma cuadra del banco, donde había un agente express Scotiabank, donde deposite el dineroooooo?"( realmente larga mi exposición). El ladrón mandó su mirada al lado izquierdo, entiendo por lo poco que se de programación neurolingüística, que este gesto es algo natural cuando tratas de recordar ( al lado derecho es para imaginar) y ya con otro tono de voz más débil y sin dejar de apuntarme me dijo "igual entrégame todo". Yo tenía en mi cartera un libro que se llama : " Autosugestión" una guía de ayuda para hacer cambios importantes en tu personalidad y otro libro de "Sociología de la Moda" altamente recomendado para explicarse como a través de la moda el ser humano se reafirma, busca distinción , busca ser diferente pero a su vez siendo antimoda se vuelve dependiente de la misma, además de mis llaves, DNI, brevete, tarjeta de propiedad, mi teléfono, un delineador y mi linda billetera roja. Cuando quise quitarme la cartera para entregarla me di cuenta de que la tenía la cruzada debajo de mi casaca, lo que me hacia difícil entregársela al portador de la pistola negro mate, que había plasmado sus huellas dactilares en ella. Tuve la intención de luchar y enfrentarme a la muerte, unos segundos de reflexión vinieron a mi, eran varias cosas las que pensé, la principal : que en los últimos años había hecho una reingeniería en mi vida, que había mejorado, que me sentía tranquila y en paz y feliz conmigo misma, que había sufrido, hecho sufrir y pagado por eso , que no tenía deudas de dinero ni de actos, que mi hermano me extrañaría y mis padres no lo soportarían ... Es en ese momento que recuerdo que yo estaba acompañada de mi mama, la busque de reojo y la vi ir retrocediendo mirando de derecha a izquierda como buscando ayuda, es también en ese momento, quizás para distraer al ladrón de su presencia, en que me centré frente al cañón de la pistola y le dije: te voy a dar todo lo que tengo pero espera que debo quitarme la casaca y así lo hice, la cartera se cayo y le dije espera que voy a sacar mis libros y sinceramente el ya me estaba concediendo esa gracia pero también yo quería salir lo más pronto posible de esa situación y desistí de la imprudencia.
Al irse la moto negra, busque a mi mama y ella sollozando se acerco y me dijo "hijita perdóname por dejarte sola" yo creo que su reacción fue buena porque era mejor una muerta que dos, además efectivamente podía buscar ayuda desde su posición....a los segundos se me acercaron dos hombres con chaleco de la ONPE, curiosos a preguntar: te asaltaron? Y les conteste con una pregunta : vieron la placa, algo? A lo que me respondieron nosotros lo vimos todo desde un carro y... Llamaron a la policía? No, contestaron.....entonces que les importa!!!! Les increpé!
Una señora , que no se de donde salió se me acerco y dijo tienes que estar tranquila, alcé mi tono de voz y me salió un " Señora, estoy tranquila, gracias" y esa era la verdad, no me sentía yo misma, me pregunte ¿donde esta mi llanto? observe mis manos que no temblaban y di pasos firmes en busca de un teléfono y 50 céntimos que me permitieran cancelar mis tarjetas y mi móvil.
Ya en la comisaría al asentar la denuncia , hice el recuento de lo sucedido y la lista de objetos robados , el técnico encargado me pregunto : ¿se dio cuenta de alguna característica en especial? Y recordé una sola característica diferente a todo lo que había visto sobre asaltos: el ladrón nunca me mentó la madre.


(Volviendo al ruedo) 

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